domingo, 23 de mayo de 2010

3_Motivos

Así como pasaron un par de semanas pasó un mes y Sonic no la había vuelto a ver, la desesperación y la tristeza le agobiaban. Aquella eriza de ojos color verdes esmeraldas, había logrado quitarle el corazón, había logrado desbaratarle el alma. Sin embargo, nuestro intrépido amigo seguía visitando el parque día a día, con la esperanza de poder volver encontrarle. Quizás el amor de ella no estaba predestinado para él, pero ya no le importaba que ella no le amará, simplemente le bastaba con volver a verla, saber que ella estaba para él, aunque fuese como una amiga…




-¡Sonic!-se escuchó gritar a lo lejos, pero las palabras se las llevo el viento.



El erizo azul sabía que le hablaban, sin embargo no tenía ganas de girar la cabeza, no quería hablar con nadie y mucho menos mirarlos a los ojos. Aquellos bellos orbes esmeraldas yacían tristes y desolados, normalmente no solía creer en cuentos de hadas, pero muy tarde se había dado cuenta de que Amy era su princesa de un castillo encantado, la más hermosa y encantadora eriza con la que había conversado. Sonic suspiro con cierto fastidio, mientras que con suma lentitud colocaba su mano derecha sobre su barbilla mirando sin emoción alguna a un árbol.



-"Es mejor enamorarse y perder a quién has amado que jamás haberte enamorado"-musito ese pequeño refrán Sonic, sin ningún ánimo, pues, hacía algunos días que se hallaba algo deprimido-Pero sinceramente… yo hubiese preferido jamás haberme enamorado, pues, no hay dolor más largo que el mismo poder del rechazo…-suspiro profundamente de nuevo, no podía creer que sus mismas palabras fuesen tan hirientes



-¡Sonic!-se escuchó de nuevo.



El erizo azul finalmente giro la cabeza de forma desanimada, notando a un pequeño zorrito avanzando hacia el de forma apresurada. A pesar de que su amigo Tails era igual de animado que él, le pudo notar algo preocupado, seguro algo malo estaba pasando. Sonic separo las manos y se reincorporo sobre su asiento, intentando olvidar su problema amoroso, sin embargo, la tristeza se denotaba en su rostro, además de que aquel extraño dolor le oprimía fuertemente el pecho, como si le costase mucho respirar o su corazón se fuese a parar.



-¿Qué ocurre, Tails?-preguntó un desanimado Sonic.



-¡Eggman ha atacado la ciudad de nuevo! -dijo el zorrito de inmediato con un tono algo apresurado-Uno de sus robots derrumbo uno de los más grandes edificios de Station Square, y una chica a quedado atrapada entre los escombros, ¡Ven rápido, tienes que ayudarla!



-¡All right!-respondió Sonic de inmediato, esbozando una sonrisa fingida, pero eso no le ayudo mucho en como se sentía-Pongámonos en marcha…-Y así el erizo azulado y el zorrito de colas gemelas se fueron corriendo por el parque hasta que finalmente lograron perderse de vista.



Mientras tanto, fuera de aquella ciudad, parado en uno de los cerros de aquel enorme bosque, se encontraba un erizo negro con la mirada en dirección al firmamento, miraba todas aquellas nubes blancas que tenían una consistencia suave como el algodón. Hacía un buen tiempo que no visitaba esos rumbos, al menos no desde que se hallaba bajo las órdenes de Eggman. Sin embargo, a veces era bueno alejarse de todo lo que le rodeaba, eso lo ayudaba a relajarse y a veces a des estresarse, pero ahora se la había desarrollado una gran necesidad por estar solo.



Le gustaba estar con Amy, pero ahora que lo había pensado más a fondo, no sabía si realmente le amaba; pero algo que sí le quedaba claro era que Amy era una chica especial, quizás tan especial como alguna vez lo fue María. Sin embargo, los sentimientos que tenía así a cada una eran muy diferentes pero algo profundos, tan profundos como una herida, quizás sintiese lo mismo si llegase a perder a esa hermosa eriza, pues, desde que había muerto María su vida se había vuelto fría y jamás pensó que pudiese enamorarse de nuevo. ¿Pero realmente era amor lo que sentía por aquella eriza? Sus experiencias y sus pensamientos lo tenían muy confundido, es por eso que había decidido hacer ese viaje repentino, lo mejor sería reflexionar lentamente lo que pudiese depararle el destino.



-Perdóname, Amy…- musitó el erizo negro en dirección al viento-Todo esto me tiene muy confundido, quizás me tome algo de tiempo poder comprenderlo, espero que comprendas las razones por las que me he ido, pero si tenemos que vernos eso mismo lo deparara el destino… por lo mientras hasta pronto…



Regresando a la ciudad de Station Square… Sonic y Tails habían logrado llegar a la zona donde habían ocurrido los hechos, no pudieron divisar a ningún robot, sólo a una gran cantidad de gente corriendo en todas direcciones mientras gritaba, al parecer el cyborg de Eggman se había retirado, pero aún tenían que salvar a la chica que se encontraba en apuros, seguro debía encontrarse aterrada e inclusive herida.



-¡Hey, Tails!-llamó Sonic de inmediato-¿En dónde has visto a la chica?



-Es por aquí-indicó el zorrito amarillo mientras señalaba hacia la derecha-¡Sígueme!



El zorrito amarillo sobre voló entre los pedazos de rocas y residuos que había ocasionado tal desastre, ambos pudieron notar también algunos automóviles volcados, lo más lógico a pensar era que Eggman había venido exclusivamente en busca de Sonic, pero no había logrado hallarlo, pasaron un par de calles más y finalmente notaron aquel edificio derrumbado; allí debía ser don de se encontraba aquella chica, de eso estaba seguro…



-¡Es aquí!- le confirmó Tails de inmediato.



Sonic se acercó con suma lentitud hasta donde se hallaba esa gran roca, rodeándola cautelosamente, intentando hallar una forma de poder levantarla. Sin embargo, parecía estar bien sellada, así que uso la única técnica que podía ayudarle a quitar esa enorme piedra del lugar y ese era su Blue Wind. El erizo azul retrocedió un par de pasos, para posteriormente dar un salto y rodear el perímetro con su Homing Attack, giro sobre aquella superficie, causando un ligero tornado que le ayudo a retirar la roca y a la lanzarla hacia otro lado.



Entonces miró a la chica que se encontraba inconsciente del otro lado, sintiendo un vuelco en el pecho en aquel momento, el la conocía, era aquella eriza que había visto en el parque el otro día, aquella hermosa eriza de color rosado y ojos verdes esmeralizados. Sonic la miró por un momento, mientras un par de lágrimas se forjaban en su rostro, al ver la allí herida y desprotegida, pero donde estaba Shadow, sí el era su novio tenía que protegerla, pero no lo había hecho, seguro estaba en lo correcto todo había sido un simple juego, al nunca le importó ella.



-Canalla…-musitó Sonic en voz baja, parecía algo molesto- Ya me las pagarás cuando volvamos a vernos, tenlo por seguro-Sonic empuño sus manos con fuerza y después se dedico a mirar a la eriza-Espero que no esté muerta…-se arrodillo a un lado y la tomó entre sus brazos. La miró detenidamente, quitándole el fleco de su cara, entonces acarició su mejilla con cierta suavidad.



-¡Sonic!-llamó Tails de nuevo, sobre volando hacia donde se encontraba su compañero. Fue cuando le miró de pie en medio de la travesía, sosteniendo entre sus brazos a aquella eriza-¿Crees que se encuentre bien?-pregunto de inmediato el joven zorro al notar el cuerpo inerte de la chica.



-No lo sé, Tails-respondió Sonic desanimadamente sin apartar la vista de aquella eriza-Lo mejor será llevarla a un lugar seguro y esperar a que se recupere…



-¡Ya sé!-dijo Tails de inmediato, de una forma animada-Como no sabemos donde vive y debemos asegurarnos de que sane sus heridas, yo creo que los más apropiado sería llevarla a un hospital…-sugirió el joven zorro con una sonrisa forjada en su rostro.



-Yo no lo creo, Tails-respondió Sonic no muy convencido-De por sí cuando Amy despierte va a estar asustada y si la llevamos a un hospital seguro se asustará más…



-¿Amy?-pregunto Tails confundido-¿Acaso tú la conoces, Sonic?



-Podría decirse… que sí-respondió Sonic con una sonrisa-Tuve una conversación con ella, es una larga historia… pero por ahora tenemos que asegurarnos de encontrarle a esta chica un lugar apropiado en donde pueda descansar-el pequeño zorrito simplemente asintió con la cabeza al estar de acuerdo con la propuesta de su amigo-Muy bien, entonces pongámonos en marcha…



-Vale, vamos-coincidió Tails moviendo ambas colas en forma de hélice.



Y así ambos amigos, se adentraron en la ciudad dispuestos a ayudar a su nueva amiga.

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